A lo largo de mi proceso espiritual, el cual ya va por 10 años de manera consciente, Dios ha ido moldeando mi carácter, he pasado por muchas etapas, por muchos estados; toda mi vida ha sido una montaña rusa emocional. Sin embargo, los últimos dos años, debo reconocer que me he puesto en un estado de calma y paz absoluta, es como si todo el ruido que habitaba fuera de mi se hubiera apagado, y para serte sincera a rato esta calma me gusta, me siento productiva y más enfocada que nunca, pero también he llegado a sentirme un poco aislada del mundo, lo cual en ocasiones me hace ponerme un poco nostálgica.
¿Que si es lo mejor o lo más bueno? No lo sé, pero me gusta parecer como una hormiguita que trabaja y trabaja sin parar, ya que eso me permite soñar con un mañana mejor para mí y muy seguramente para las personas a las que quiero, también entendí que para ser un líder y llevar cuesta arriba a los míos debo ir limpiando el camino.
Un día cualquiera manejaba y escuché esta frase, Tesoro en vaso de barro, pude sentir como el espíritu santo me habló y me dejó saber que eso era yo, que eso había sido todos estos años… y eso eres tú muy seguramente, ahora bien, te diré porque somos Barro; de la fuente conexión vida, extraje el siguiente texto para mi investigación ya que necesité escribirte con conocimiento bíblico y más allá de mi sentir.
“Un vaso de barro, es ordinario, así mismo los hombres y mujeres que Dios ha llamado y ha usado son personas ordinarias. A Dios le gusta glorificarse en los humildes y sencillos; el vaso de barro no era muy apreciad en la época antigua, las vasijas representaban el “status social” de las personas, los ricos usaban vasijas de oro, la clase media tenía vasijas de plata y los pobres tenían que contentarse con vasijas de barro, los cristianos son para Dios “vasos de barro”. Despreciados por el mundo, pero apreciados por él; y más importante que el envase es el contenido. En vasos de barro Dios pone su tesoro y ese tesoro es el espíritu santo en cada creyente. La biblia dice: “¿o ignoráis que vuestro cuerpo es templo del espíritu santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?”. Cor 6:19. No ignoremos su presencia en nuestra vida. Dios lo usará a usted en la medida como se deje usar de él. Job le decía: “acuérdate que como a barro me diste forma” isaías dice: “ahora pues, jehová, tú eres nuestro padre; nosotros barro, y tú el que nos formaste; así que obra de tus manos somos todos nosotros”.
Por tanto, el respeto de Dios se gana por nuestro servicio y no por nuestro show, necesitamos servir a Jesús por lo que hizo en la cruz y no por los milagros que puedan hacer a nuestras vidas, así como amar a Dios por lo que nos da y por lo que NO nos da.
Hay quienes obran esperando la voluntad de Dios, pero me pregunto ¿Jesús cuando sufrió espero algo?, y aunque a veces todavía no termino de entender cómo es que Dios envió a su hijo a sufrir en carne propia la muerte, lo que se me ocurre es que quizá deseó enseñarnos lo que es el desprendimiento, el amor incondicional por los demás aun por encima de nosotros mismos.
Jesús vivía en medio de su pueblo, supongo que no es que le apasionara la pobreza, pero en ocasiones a veces el no tener, el carecer de algo nos hace valorar las cosas como se debe.
Existen en esta vida los fans y los discípulos: el fan habla y repite, dice amar… el discípulo está listo siempre para servir. Por eso si estas llamado a ser líder necesitas entender tres cosas:
- Lo que es una revelación
- Una advertencia
- Y una noticia.
Diferencias estas tres cosas te hará un verdadero líder, uno que vino formado del barro y aunque el líder no acierta en todo, se que Dios pondrá allí sus discípulos, esos que estarán ahí como sustento para llevar a cabo la obra a la que hayas sido encomendado.
Como líder deberás aprender a atender las revelaciones y a no confundirte, eso permitirá que el tesoro brille en tu interior, de tal manera que nada podrá interponerse entre tú y las bendiciones para tú vida.
Espero te haya servido mi escrito, déjame tus comentarios que te responderé.
Con Amor May…